No se que es lo que pasa exactamente. Mi vida es un sube y baja permanente. Siento que soy dos personas totalmente diferente al mismo tiempo. Estoy cansada, agotada, me estresa el estudio, no logro concentrarme en nada. Y acá estamos otra vez, solo soy una loca de mierda, que no sabe lo que quiere, que solo histeriquea, que llora y ríe, ríe y llora, y se cansa, se cansa de todos, hasta de ella misma. Y solo soy una pelotuda, ando por el mundo llorando cuando nadie me ve, reclamando amor, reclamando que alguien me quiera, pero cuando ese amor llega, yo misma lo alejo. Me escondo. Porque? Buena pregunta. Solo soy una pendeja del orto, insegura, melodramática, que manda a todos a la mierda, todo el tiempo, simplemente para que dejen de fallarle. Y si, quien soy yo para quejarme de que me fallaron todos? Si yo también le falle a muchos. Quien soy yo para quejarme de ese pelotudo que me hizo sufrir, que me uso y me lastimo? Cuando yo le hice lo mismo a alguien. Soy autodestructiva conmigo misma, me enojo conmigo por cosas del pasado, pero que no logro dejar ir, me juzgo a mi misma por mis propios errores y no soy capaz de perdonarme, cuando siempre perdono a todos los que me lastiman a mi. Soy TAN, pero TAN bipolar, que me cansa ya. Porque me cuesta tanto ir a hablarle y decirle: Por favor, bancame en esta. Ya se que me bancaste muchas, pero una más te pido. Quiero mandar a todos a la mierda, y quedarme sola, así por lo menos tendría un buen motivo para seguir lastimándome. Pero a quien engaño, no quiero estar sola. Y los que me critican? esos si que me tienen cansada, forros de mierda, malparidos. Ojala se vieran ellos, y me dejaran vivir en paz. Paz, eso necesito, pero me cuesta, me cuesta ser feliz, porque mierda estoy estancada en algo que no me deja seguir?, quiero seguir, yo se que quiero. Me siento patética porque estoy mal y todo lo que puedo hacer es escuchar música deprimente, y llorar como una idiota, pero no lo puedo evitar, soy masoquista y me odio a mi misma por eso, me enferma esta situación. Me tienen podrida los comentarios de  la gente, cuando no hablan de vos te sentís invisible, te sentís nadie, y cuando hablan es para criticarte, juzgarte.Quiero romper todo, gritar, y mandar a todos a la mierda! Si estoy re sacada, lo sé.

En mi mente solo hay laberintos, gritos y llantos desesperados, que nadie más oye, pero que me aturden y me torturan cada día.Estoy en uno de esos días en donde solo puedo pensar: En que me equivoque? Que estoy haciendo? Para donde voy? Donde estoy? Porque estoy así? Pero el problema no son las preguntas, son las respuestas; porque por más que lo intento, no las encuentro, solo consigo mas y mas preguntas, que no me llevan a ningún sitio. Lo tengo todo, casi todo, pero nada me llena, nada me hace feliz, nada logra gustarme o atraparme por completo y nose como encontrar algo que me haga feliz, ese es mi problema, que nada me hace bien, no consigo ese motivo que me haga seguir adelante, por mas que lo intento, no lo encuentro.

Estoy cansada, harta de sentir que no le importo mucho a nadie, me molesta que nadie valore todos mis esfuerzos, que nadie valore lo que me cuesta sonreír cada maldito día que pasa, me jode que no me presten atención en el momento que mas lo necesito. Siento que me merezco cada cosa que me pasa, aunque en el fondo se que no es así. Me lastima sentir que todos prefieren a otra persona antes que a mi, nose que es lo que tengo que nadie es capaz de tomarme enserio, de darse cuenta de mis problemas, de mis traumas. Me esta molestando verme al espejo cada día, y no encontrarme, verme vacía, sentir que esa imagen que refleja el espejo no soy yo. Me esta molestando fallar cada día, en cada cosa que me propongo. Me esta molestando no poder concentrarme. Me esta molestando sentirme cada día mas insignificante. Me esta molestando la rutina.

-          No te das cuenta de que solo somos dos idiotas haciendo todo esto, vos porque  tenes tanto miedo a que te lastimen, tanto miedo a que te haga lo mismo que te hicieron todas. Y yo soy mongólica por seguir ahí, esperando, por seguir viéndote, por tomarte como prioridad cuando yo siento que a mí me tenes como opción. Anímate a desmentirme, anímate a decirme que tenes miedo, dale hazlo.

Si lo imaginaba, como siempre tu nunca dices nada.

Vivir a destiempo

Vivir a destiempo es hacer todo tarde, o antes de tiempo, es perderlo todo en un segundo, es no saber cuándo actuar y cuando esperar, vivir a destiempo es meter la pata una y otra vez, es tropezarte con la misma pierda, es olvidarte de cosas y recordarlas, pero tarde, muy tarde. Es estar confundida, es estar indecisa, es odiar el tiempo cuando pasa lento, y también odiarlo cuando pasa rápido. Es pedir ayuda, gritar y llorar desesperadamente, cuando nadie te ve ni te oye, y es callarse y guardarse todo cuando hay gente. Es odiarse a una misma, es intentar, y seguir fallando. Vivir a destiempo es perderse en las miradas de los demás, y no encontrarte cuando miras el reflejo de tus propios ojos, es mirarte al espejo y odiarlo, es pelearse con los demás y atacar sobre vos misma. Es dejar que te ataquen porque ya no sabes cómo defenderte.

De repente me encontraba perdida en el medio de la cuidad, caminando calle abajo, era una noche fría. Nunca me había sentido tan perdida, me encontraba caminando rápido, apurada, con la mirada perdida, sin saber muy bien que hacer; estaba cansada, agotada. Veía como todas las personas caminaban igual que yo, sumergidas en su mundo, y por dentro pensaba, esa gente será feliz? No veo muy seguido gente con sonrisas en el rostro, no veo gente cantando o bailando por las calles. En fin, me encontraba en el medio de mi rutina, de esa vida tan aburrida, y por un momento me sentí invisible, veía como todos pasaban alrededor de mi, y sentía que nada se daba cuenta que yo estaba, me sentía muy sola, era invisible.

Solo escuchaba gritos, escuchaba insultos y palabras espantosas. Estaba acostada, solo quería dormir, y por más que lo intentaba no podía. Me dolía el pecho, me costaba respirar, no podía dejar de llorar, me levante y me encerré en el baño, me mire en el espejo, y no me reconocí. Tenía los ojos rojos, tenía todo el rímel y el delineador corrido de tanto llorar, estaba pálida, despeinada, con una cara que a kilómetros se le notaba la tristeza, de repente no me reconocía. No entendía como me pudo pasar eso, no entendía donde había quedado aquella niña sonriente, no entendía como ahora no quería sonreír.

Nos pueden los chicos malos, esos chicos que te atrapan y te envenenan con sus besos, con sus manos, esos que te hacen ser adicta a ellos, como si los necesitáramos realmente para algo. Nos fascinan los chicos que sabemos que es súper difícil tenerlos solo para nosotras, nos encantan los juegos.  Porque esto es solo un juego, jugamos, perdemos, ganamos, nos desafiamos, jugamos a querernos más que nadie, jugamos a ser felices y a sufrir. Y actuamos, actuamos las miradas, actuamos las palabras, porque cuando llega el momento de salir a escena es simple: Luces, cámara, acción.