martes, 5 de junio de 2012
Yo sé lo que a ella le molesta, se que ella hubiese preferido que a mi me gustaran más las matemáticas que leer un libro, que a ella le hubiese encantado que yo fuera inteligente, que estaría muy feliz si yo fuera como mis hermanos, en vez de ser todo lo contrario; pero bueno, no soy así, no soy para nada lo que ella quiere, pero el problema es que no logra entenderme, no logra entender porque leo, o porque escribo todo el día a veces sin parar, ella no entiende porque me obsesiona tanto una simple cosa como sentarme enfrente a una pagina en blanco, o porque me desespera estar sin leer un libro, ella nunca supo el porque, el porque lo hago? que tiene que me atrapa tanto?. Supongo que desde que mi corazón se rompió en mil pedazos, que desde que mi hermosa vida perfecta se vino abajo, que desde que el espejo me empezó a torturar, que desde que algunas personas se fueron de mi vida, me encerré en mi mundo, y escribía, escribía todo lo que me dañaba, y me fui alejando de la gente, de la vida real, y me apasione por los libros, imaginarme todas las cosas que se narraban me fascinaba, ponerme a leer y olvidarme del mundo, era algo magnifico, olvidarme por un rato de todos. Y escribir me salvo de mi misma, tenia que canalizar mis angustias de algún modo, y no me quería lastimar, y escribía, y escribía, y seguía escribiendo, y me calmaba, porque mientras escribía, lloraba, y sacaba todo lo que me hacia mal para afuera, y después no quedaba nada. Aprendí a ser paciente, a callarme las cosas, a aguantar cada golpe que me hacia la vida, a poder soportar cuando nadie me toma enserio. Escribir y leer fueron las dos únicas cosas que me ayudaron a aguantar mi propia soledad.
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